La muerte del Papa Francisco catapulta a la película "Cónclave" en las plataformas de streaming Tras el fallecimiento de Francisco, millones buscan respuestas en películas sobre sucesión papal y política vaticana.

El fallecimiento del Papa Francisco el pasado 21 de abril estremeció a millones de fieles en el mundo y marcó el inicio de una nueva era en el Vaticano; además, encendió los algoritmos de las plataformas de streaming.

De acuerdo con The New York Times, la audiencia buscó respuestas —o al menos contexto sobre lo que viene para el Vaticano — en la ficción. Y fue ahí donde títulos como Cónclave y Los dos Papas encontraron una "segunda vida".

De acuerdo con datos revelados por la revista Variety y la firma de análisis de consumo digital Luminate, la película Cónclave, dirigida por Edward Berger y protagonizada por Ralph Fiennes, Stanley Tucci e Isabella Rossellini, registró un aumento de más del 280% en su tiempo de visualización apenas un día después de confirmarse la muerte del pontífice argentino: de 1.8 millones de minutos reproducidos, pasó a 6.9 millones.

Casi siete millones de minutos en un solo día. Nada mal para una película que, si bien había sido destacada durante la pasada temporada de premios (incluyendo nominaciones al Oscar por Mejor Película y Mejor Actor), no figuraba ya entre los estrenos más populares del año.

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Conclave, disponible en plataformas como Prime Video, Apple TV y YouTube, desmenuza las tensiones internas, alianzas estratégicas y secretos que se esconden detrás de la elección de un nuevo Papa.

Pero Cónclave no fue el único beneficiado del repunte de atención. Los dos Papas, la cinta de Fernando Meirelles, protagonizada por Jonathan Pryce y Anthony Hopkins, también experimentó un crecimiento notable: de 290,000 minutos vistos saltó a 1.5 millones, en apenas 24 horas.

Este filme, centrado en el diálogo imaginario entre Joseph Ratzinger (Benedicto XVI) y Jorge Mario Bergoglio (Francisco), ya había resonado en 2019 por su acercamiento al pensamiento del actual Papa, su papel como reformista y sus dudas internas.

El aumento en la demanda de este tipo de contenido confirma una tendencia de que las audiencias usan la ficción como refugio y guía en momentos de crisis. Ya se vio con Contagio durante la pandemia y ahora se repite con el contenido papal tras el deceso del pontífice.